| TRENTON – El Fiscal General Interino John J. Hoffman anunció que un hombre de Lakewood y sus 4 socios fueron sentenciados hoy a la prisión del estado por operar burdeles en Lakewood que eran parte de una red de burdeles en New Jersey, New York y otros estados que traficaban mujeres desde México a los Estados Unidos para trabajar como prostitutas. Los hombres fueron cargados el año pasado en una investigación conjunta de la Division of Criminal Justice y ICE Homeland Security Investigations (HSI) llamada “Operation No Boundaries” (Operación sin Fronteras)
Estos hombres fueron sentenciados hoy por el Juez de la Corte Superior Wendel E. Daniels en Ocean County:
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Jose Cruz Romero-Flores, 39, alias “Chato,” el dueño de los burdeles de Lakewood, fue sentenciado a 5 años en la prisión del estado. Él admitió culpabilidad el día 28 de Mayo a un crimen en segundo grado de conspiración de facilitar tráfico humano.
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Felix Rios-Martinez, 48, de Lakewood, fue sentenciado a 5 años en la prisión del estado. Él admitió culpabilidad el día 28 de Mayo a un crimen en segundo grado de conspiración de facilitar tráfico humano.
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Raul Romero-Castillo, 31, de Lakewood, fue sentenciado a 5 años en la prisión del estado. Él admitió culpabilidad el día 28 de Mayo a un crimen en segundo grado de conspiración de facilitar tráfico humano.
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Santos Lazaero Flores-Cruz, 59, de Union City, fue sentenciado a 3 años en la prisión del estado. Él admitió culpabilidad el día 28 de Mayo a un crimen en tercer grado de promocionar prostitución.
- Haliro Bueno, 22, de Lakewood, fue sentenciado a 3 años en la prisión del estado. Él admitió culpabilidad el día 28 de Mayo a un crimen en tercer grado de promocionar prostitución.
La Delegada del Fiscal General Cassandra Serentino procesó a los acusados y trató la sentencia de parte de la Division of Criminal Justice Human Trafficking Unit.
Romero-Flores operaba varios burdeles en Lakewood, incluyendo los de Bellinger Street y Chestnut Street. Al tiempo que los acusados fueron arrestados en Julio del 2013, él estaba operando solamente un burdel en 1093 Brook Road en Lakewood. La investigación conjunta reveló que Romero-Flores y otros dueños de burdeles en New Jersey, New York y los estados de los alrededores trabajaban juntos como una red para traer mujeres a EE UU ilegalmente, principalmente de México pero también de otros países de América Latina, y las iniciaban en una vida de prostitución. Muchas mujeres fueron engañadas para que creyeran que eran traídas a los EE UU para trabajar como amas de casa o niñeras. En otros casos, fueron obligadas a ir a los EE UU para trabajar en el “circuito” de burdeles y se les mandó que mandaran el dinero que ganaban a México.
“Es simplemente inverosímil que ninguna mujer se sometería a una vida donde tenía que servir hasta 40 hombres por día como una prostituta en un burdel decadente si no fuera coaccionada y viviera con miedo de los que se beneficiaban de su sufrimiento,” dijo el Fiscal General Interino Hoffman. “Este caso ilustra claramente el nivel de subyugación a los que los traficantes de seres humanos reducen a sus víctimas. Nos estamos enfocando en esta clase de esclavitud de nuestros tiempos a través de prosecuciones como ésta y a través de campañas donde ponemos una luz en la oscuridad donde estos crímenes ocurren.”
“Cuando arrestamos a estos hombres en Julio del 2013, fue la primera vez que alguien fue cargado con las ómnibus leyes de tráfico humano en New Jersey, que tomaron efecto el mismo mes,” dijo el Director Elie Honig de la Division of Criminal Justice. “Continuaremos con la estricta nueva ley para mandar a la prisión a los traficantes de seres humanos y rescatar a las víctimas de sexo, y trabajo relacionado al tráfico de seres humanos.”
“Los casos de tráfico de seres humanos han sido y continúan siendo una prioridad de HSI,” dijo el Agente Especial Encargado Andrew McLees de HSI de Newark. “HIS tiene la habilidad de alcanzar más allá de nuestras fronteras en naciones extranjeras donde se inicia el tráfico humano y puede unirse a nuestras autoridades estatales y locales para crear una estrategia formidables que les da a los implementadores de la ley una que ventaja sobre aquellos que depriman a las víctimas de sus derechos humanos. Estamos orgullosos de estar unidos con los participantes de implementadores de ley del Estado de Nueva Jersey para anunciar un gran éxito en contra este infame crimen.”
Múltiples víctimas fueron rescatadas en esta investigación. El Fiscal General Interino Hoffman anotó que la Division of Criminal Justice mantiene una línea gratis 24-horas NJ Human Trafficking Hotline 855-END-NJ-HT (855-363-6548) para víctimas y otros que quieren reportar información confidencialmente.
Los 4 hombres asociados que asistieron a Romero-Flores supervisando los burdeles, conducían a mujeres y clientes a y desde los burdeles, y llevaban a cabo otros trabajos. Todos los acusados son Mexicanos de nacionalidad que estaban ilegalmente en los EE UU. Todos están en la cárcel en lugar de libertad bajo fianza desde sus arrestos, y todos están sujetos también a retención federal.
El día 11 de Julio del 2013, los detectives y agentes ejecutaron órdenes de allanamiento para el burdel en Brook Road y la casa de Romero-Flores, así como también varios vehículos, confiscando acerca de $5,800 en efectivo, documentos de identificación incluyendo pasaportes Mexicanos y licencias de conducir, teléfonos celulares, laptops, y libros de contabilidad con los nombres de las mujeres que trabajaban en los burdeles y las fechas que estaban programadas para trabajar.
La investigación reveló que los dueños de los burdeles en la red pagaban a “coyotes” para que contrabandearan mujeres a Estados Unidos desde México. Las mujeres, en muchas ocasiones, estaban presionadas a pagar a aquellos que las trajeron a los EE UU. Una vez que las mujeres eran traídas dentro del “circuito” eran movidas de burdel a burdel, para que los clientes de los burdeles tuvieran más variedad. Romero-Flores ordenó a las mujeres que trabajaron para él que cumplieran con las cuotas. No era raro que las mujeres que trabajaban para él sirvieran 100 clientes o “johns” en una semana de 6 días, de Lunes a Sábados, y a veces ellas servían hasta 40 o más johns en un día único. Los clientes pagaban $30 por cada encuentro sexual. Los clientes venían a los burdeles o eran servidos en “outcalls” en los que las prostitutas eran conducidas a l lugar del cliente. Se cree que varias docenas de mujeres trabajaron en el burdel administrado por Romero-Flores en el curso de la investigación. Romero-Flores mandaba dinero derivado de sus burdeles a México, donde tenía propiedades. Las mujeres retornaban al final de la semana a otras residencies, generalmente a Queens, N.Y., área o en el área de Union City en New Jersey. Romero-Flores rutinariamente iba a Queens, N.Y., a recoger a las mujeres que trabajaban en sus burdeles.
El Detective Eric Barnes de la Division of Criminal Justice y el Special Agent Carlos A. Morales de U.S. Homeland Security Investigations fueron los investigadores principales. La investigación fue conducida de parte de la Division of Criminal Justice por el Detective Barnes y todos los detectives en el Human Trafficking Unit y la Gangs & Organized Crime Bureau Central Unit, bajo la supervisión del Teniente Lisa Shea, Sgt. Noelle Holl, Sgt. Andrea Salvatini, el ex Delegado del Fiscal General Russell Curley, los Delegados del Fiscal General Kristen Harberg y Annmarie Taggart, que son los Jefes Delegados del Gangs & Organized Crime Bureau, la Delegada del Fiscal General Lauren Scarpa Yfantis, quien es la Jefa del Gangs & Organized Crime Bureau, y el Asistente Abogado del Fiscal General Christopher Romanyshyn, quien es el Delgado Director de la Division of Criminal Justice. El Special Agent Morales condujo la investigación de parte de HSI bajo la supervisión del Group Supervisor John Fitch. La New Jersey State Police Investigations Section, la New Jersey Human Services Police, la Lakewood Police y Brick Township Police proveyeron valiosa asistencia en la investigación.
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