TRENTON – El Fiscal General Interino John J. Hoffman anunció que un hombre de Newark fue sentenciado a la prisión del estado hoy por su papel en una red internacional grande de secuestro y robos de autos de lujos en New Jersey y New York y luego enviados a West África.
Deandre Stevenson, 43, de Newark, fue sentenciado a 12 años en la prisión, incluyendo 4 años sin la posibilidad de libertad condicional, por el Juez de la Corte Superior Joseph P. Donohue en Union County. Stevenson admitió culpabilidad en primer grado a lavado de dinero y en segundo grado a posesión ilegal de un arma en Sept. 16 del 2014. Stevenson sirvió como vendedor y ladrón de autos para la red de tráfico de autos robados. El Delegado del Fiscal General Anthony Torntore y la Delegada del Fiscal General Debra Conrad trataron el caso de parte del Division of Criminal Justice Specialized Crimes Bureau.
Stevenson fue cargado en “Operation Jacked,” una investigación liderada por la Division of Criminal Justice y la New Jersey State Police, asistido por la Port Authority of New York & New Jersey Police, ICE Homeland Security Investigations y 12 otras agencias de implementación de leyes. Los investigadores recobraron aproximadamente 160 autos robados valorados en más de $8 millones, principalmente en los puertos de New Jersey y New York.
La Division of Criminal Justice acusó judicialmente a 26 en Dic. 18 del 2014, en cargos que incluyen crimen organizado en primer grado. Estos acusados incluyen 3 cabecillas de la red, 2 exportadores de la red, y 21 asociados que compraron y vendieron los carros robados, cometieron secuestros de autos y robos, y actuaron como conductores que movían y escondían los vehículos de lujo. Otros 4 acusados, incluyendo Stevenson, admitieron culpabilidad antes de la acusación judicial. La red se enfocaba en vehículos de lujo, particularmente SUV fabricados por Land Rover, Mercedes Benz, BMW, Honda, Porsche, Jaguar y Aston Martin. De los vehículos recobrados 27 se habían tomado por secuestro, en la mayoría de los casos se usó una pistola u otra arma, mientras que otros fueron robados de varios locales donde los ladrones los podían robar con una o más de las llaves electrónicas o key fobs, las cuales son muy importantes en el valor de reventa de los autos. En West África, los vehículos de lujo traficados por la red traen precios mucho más altos que el valor de mercado nuevo en los EE.UU.
“A través de la “Operation Jacked”, confrontamos una forma peligrosa de crimen callejero encerrando a miembros de la red que estaban aterrorizando nuestras comunidades secuestrando autos con armas,” dijo el Fiscal General Interino Hoffman. “Secuestro de autos ha declinado dramáticamente por toda la región, gracias al trabajo del Essex County Carjacking Task Force, y gracias también al hecho de que desmantelamos este negocio criminal, el cual estaba ofreciendo altas ganancias que motivaban a los acusados a cometer estos crímenes.”
“Stevenson es uno de los primeros miembros de esta red de secuestro de autos que es sentenciado, y ha recibido como se merece un término de prisión,” dijo el Director Elie Honig de la Division of Criminal Justice. “Muchos más lo seguirán, porque hemos cargado a más de dos docenas de acusados en primer grado de crimen organizado. Nos estamos asegurando que estos criminales no trabajaran juntos otra vez para poner en peligro nuestras comunidades.”
“Stevenson tendrá 12 años para pensar acerca de cómo sus acciones, y las acciones de sus coconspiradores, han dañado a nuestras comunidades y traumatizado a las víctimas,” dijo el Coronel Rick Fuentes, Superintendente de la New Jersey State Police. “Estamos esperando la prosecución de los acusados adicionales cargados como resultado de la “Operation Jacked.”
Los distintos papeles en la red estaban hechos por diferentes individuos, incluyendo secuestradores de autos, ladrones, conductores, vendedores, exportadores y compradores. Los secuestradores de auto y ladrones, que trabajaban en “equipos de robo,” eran pagados en general entre $4,000 a $8,000 por un auto robado por uno de los vendedores de nivel callejero, que vendía los autos a otros en puestos más elevados de la cadena de venta de los autos robados. Los exportadores cargaban los autos en contenedores de exportación, que eran llevados a los puertos para ser exportados por barco a West Africa. De los 160 vehículos recobrados, 140 fueron recobrados en puertos, incluyendo Port Newark, Port Elizabeth y Howland Hook Seaport en Staten Island, N.Y. La red operaba en muchos condados de New Jersey, incluyendo Essex, Union, Morris, Monmouth, Middlesex, Bergen y Somerset Counties.
Los equipos de robo usaron varios métodos para hurtar los autos, incluyendo secuestro de autos. Tenían como meta obtener llaves o key fobs. Los secuestradores de autos con frecuencia escogían a las víctimas y chocaban contra los vehículos de éstas por detrás en las autopistas. Cuando la víctima se paraba para ver la situación, los secuestradores de autos les quitaban las llaves por fuerza o con amenaza, o simplemente saltaban al vehículo y se marchaban si las llaves las habían dejado dentro de éste. Pistolas y otras armas fueron usadas en varios secuestros de autos. Los robos también ocurrieron en estaciones lavadoras de coches y en los aeropuertos, donde los conductores dejaban el auto encendido en los terminales para descargar las maletas. En otros casos, miembros de la red obtenían los autos a través de fraude, usando cheques falsos para comprar autos nuevos y usados de concesionarios.
Los procuradores líderes que presentaron el caso al gran jurado del estado y condujeron la investigación de parte del Division of Criminal Justice Specialized Crimes Bureau son el Delegado del Fiscal General Anthony Torntore y la Delegada del Fiscal General Debra Conrad, Senior Counsel en el Specialized Crimes Bureau, bajo la supervisión de la Jefa del Buró Jill Mayer, el Director Delegado de la Division Christopher Romanyshyn y el Director de la Division Elie Honig. La Delegada del Fiscal General Susan Wolansky está tratando la acción de confiscación en este caso.
La investigación fue conducida por miembros de la Auto Unit de New Jersey State Police y otros miembros de la Special Investigations Section, incluyendo Detective Sgt. Aaron Auclair, Detective Sgt. Jeovanny Rodriguez, Detective Sgt. 1st Class Enrique Bryan, Teniente Ron Micucci, Detective Cory Rodriguez y el Policía Estatal Nicholas Rubino.
Las siguientes agencias asistieron en la Operation Jacked, bajo el liderazgo de la New Jersey State Police y el New Jersey Division of Criminal Justice:
- Port Authority of New York & New Jersey Police Department
- ICE Homeland Security Investigations in Newark (Border Enforcement Security Task Force)
- Union County Prosecutor’s Office
- Essex County Prosecutor’s Office
- Massachusetts State Police
- Delaware State Police
- Connecticut State Police
- Monmouth County Prosecutor’s Office
- Manalapan Police Department
- Somerset County Prosecutor’s Office
- U.S. Customs & Border Protection
- Bayonne Police Department
- Hudson County Sheriff’s Office
- U.S. Marshals Service
Asistencia valiosa fue proveída por la National Insurance Crime Bureau.
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